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imparableS
A los 20 años, mientras muchos de mis amigos exploraban otras formas de música, yo descubriría el mundo de la música electrónica. En ese entonces, el house y el techno comenzaban a consolidarse como los géneros más representativos de una generación joven y vibrante. Recuerdo que fue una noche de verano, durante una de mis incursiones al auto de mi viejo donde buscaba sintonizar música electrónica, me di esos primeros de adrenalina de mi vida. El bajo retumbando en el pecho y las mezclas infinitas de beats me hicieron entender que algo más grande estaba en juego: la música no solo era algo para escuchar, era una experiencia total. En mi vida diaria, siempre llevó esa pasión a donde fuera. Empezé a coleccionar casetes, Cd´s. Donde podia sentir la energia de las frecuencias. Aunque las modas iban y venían, nunca dejé que mi amor por la electrónica decayera. Hoy, a los años, síguo siendo un ferviente seguidor de la música electrónica. No solo escucho, sino que también participo en la escena, compartiendo mi radio. A pesar de que la música de hoy tiene un aire muy distinto al de los primeros años. Mi pasión sigue intacta. Para mí, la música electrónica es más que una moda pasajera. Es un estilo de vida, una manera de sentirse vivo y conectado con el mundo. Aunque la tecnología ha avanzado y las plataformas de streaming se han transformado la manera en que consume música, el sentimiento es el mismo: perderme en los sonidos, en las mezclas y en el instante presente. Sigo siendo un fiel creyente de que la música electrónica tiene el poder de cambiarlo todo, y no planeo dejarla nunca.
